Mi sabor preferido eres tú - Andrea Adrich || Gatos de Biblioteca

16:48

Eva está lejos de ajustarse a los cánones de belleza que dicta la sociedad. Sus complejos e inseguridades impiden que fantasee con la idea de que un hombre como Adrián Montenegro pueda desearla. 


Él es guapo, sexy, elegante… y puede tener a la mujer que quiera. Pero él dijo que la quería a ella. Solo a ella. 



Sin embargo, el secreto y los miedos con los que convive Eva pueden mandarlo todo al traste y acabar con cualquier oportunidad para ellos. Sobre todo cuando se da cuenta de que el pasado y sus fantasmas tienen una y mil formas de pasar factura en el presente. 




Descubrí a Andrea Adrich por casualidad a finales de año y el primer libro que leí suyo "La proposición del señor Baker" me gustó. Me pareció que dentro de un género en el que apenas se innova ella había conseguido meter puntos originales que lo hacían interesante. Sin embargo, con la segunda y la tercera parte de la trilogía la cosa decayó mucho y se volvió predecible y ñoña. Especialmente en el tercer libro, el segundo aún tiene un pase. (Podéis ver las reseñas aquí y aquí)

Después de esos libros seguí leyéndola pero... meh. "Donde vuelan las mariposas" pintaba ser un libro muy bueno con las primeras páginas y acabó siendo una pastelada.  "En el otro lado del corazón" también fue un libro que sin pena ni gloria. Sinceramente, creo que al igual que me pasa con Megan Maxwell, esta autora no es para mí. No entiendo por qué sigo leyendo sus libros. Además, hay que reconocer que sus portadas son... poco agradables a la vista, al menos para mi gusto. 

Hoy os voy a hablar de "Mi sabor preferido eres tú" la última parte de la trilogía Hermanos Montenegro. He de reconocer, que el libro parte de una premisa interesante para un libro de género romántico. Partimos de la base de una chica joven que tienes curvas, esta gorda y tiene muchos complejos e inseguridades pero que aún con todos esos miedos e inseguridades logra enamorar a Adrián, un chico guapísimo. Podría haber sido una novela que demostrase que cada mujer es diferente y que los cánones de belleza no tienen sentido y que al final todo fuese cuestión de actitud pero no, al final pecó de por querer defender un tipo de mujer, meterse con el extremo opuesto y eso no es así. 

No se trata de que para que haya tallas grandes, haya que eliminar las pequeñas o que una mujer gorda es más real que una delgada. No. La cuestión es que debería haber tallas para todas, desde una 32 a 58 y que nadie se sintiese mal por su peso o su físico fuese cual fuese.  Sin embargo, yo en este libro, he leído cosas que me han ofendido y ahora os voy a explicar. 


—Un minutó en la boca y una eternidad en las caderas —dijo mientras lo saboreaba con delectación,
—Y que se quede ahí —apuntó Adrián—. A mí me encantan tus caderas.
Eva detuvo la segunda cucharada a mitad de camino.
—¿Lo dices…? ¿Lo dices en serio? —preguntó algo escéptica.
Adrián afirmó con un ademán de la cabeza.
—Sí —respondió—. ¿Por qué te sorprende? —interrogó.
—Bueno, porque no es lo habitual.
—¿Y qué es lo habitual?
—Lo habitual es que los hombres se decanten por las Squeletor.
—¡¿Por las qué?!
—Ya sabes, las extra delgadas, incluso extra huesudas —dijo Eva.


Me parece genial que quieras defender a las mujeres gordas o con curvas, pero no estoy de acuerdo con que para hacerlo tengas que atacar  a las mujeres delgadas. Si a una persona gorda no le gusta que le insulten llamandole foca, ballena, morsa o mil cosas más, a una persona delgada no le gusta que le llamen Squeletor, saco de huesos, huesudas y demás. 

Estaba obsesionada con las calorías y la gordura, como casi todas las chicas de su generación.
¿Por qué, si Rebeca está delgada? , se preguntó Eva. Dios le da pañuelo a quien no tiene mocos.

Tampoco puedes cuestionar cómo se siente una persona respecto a su cuerpo, porque es suyo. No sabes la concepción que tiene de si misma, como se ve y mucho menos como se siente. Lo siento si me meto demasiado en los personajes y aplico esto a la vida real pero yo procuro reflexionar acerca de todos los libros que leo para que no sean mero entretenimiento. 

Pero volviendo al libro en sí y alejándonos un poco de la crítica, que fue la gran culpable de que no disfrutara el libro. He de decir que no me ha gustado. Lo primero y más importante por lo que os he comentado arriba pero además es que hay fragmentos que no tiene sentido y no aportan nada. Por ejemplo hay fragmentos narrados por el resto de hermanos pero no aportan nada al lector. 

Además, el libro es predecible a más no poder. Y sobre todo, los personajes son planos a un nivel experto. Es imposible conectar con ellos porque apenas les conoces a nivel personas, solo algunos toques y ya. Y una cosa que me ha llamado la atención es el excesivo uso de frases redundantes como por ejemplo ésta: 

"Aparcó en el estacionamiento que el centro comercial tenía habilitado para ello".

Es una frase que no aporta absolutamente nada y además es obvio, lógicamente no va a aparcar en una piscina. 

En definitiva, es un libro que no me ha gustado y sinceramente creo que va a ser el último libro que lea de la autora porque realmente lo leo por leer y no me aporta absolutamente nada. 

¡Nos vemos a la próxima!


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3 comentarios

  1. Me gusta el género, pero esta historia no me atrae nada :)

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  2. Mari, me encantó tu opinión: corta, precisa y lacerante, jajaja. Es una pena que no te haya gustado ni este ni los demás libros de la autora, no sé si realmente sea tan mala, pero ya verás que por ahí encontrarás quien te quite el mal sabor de boca. ;)
    Nos leemos, chau. :)

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  3. Una amiga me la recomendó. Supongo que si se lee críticamente, analizándolo a fondo, casi ninguna novela aguantaría el 10/10. La leeré y os cuento. Un saludo cordial.

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